Las estimaciones de FSP-UGT cifran en cerca de 4.000 los trabajadores públicos riojanos que sufren distintos problemas psicológicos en su puesto de trabajo, como pueden ser estrés, acoso laboral o el denominado síndrome del quemado.Según el sindicato, el 20% del total de funcionarios han solicitado baja laboral por alguna de estas razones psicológicas o de acoso. «Y la incidencia llega al 40 o incluso al 60% cuando el estrés coincide con otro tipo de enfermedad o dolencia», según José Blanco, director del recién estrenado Gabinete de Atención Psicológica de FSP-UGT.«Uno de nuestros primeros trabajos va a ser realizar un estudio concienzudo sobre el número de personas que sufren este tipo de situación», añade Blanco. «Se trata de un problema demasiado grave y con demasiados costes económicos para no tomarlo en serio», apunta el responsable sindical.Blanco, junto a la secretaria de Acción Sindical de FSP-UGT, Rosario de Miguel, y a Juanjo Bárcenas, responsable de Salud Laboral, presentó ayer el nuevo servicio. «Falta atención legislativa a este tipo de problemas», indica Bárcenas. «Queremos que los trabajadores de la empresa pública tengan una atención especial y personal a sus problemas», agrega.En este sentido, para Bárcenas «sólo la Administración central, y de forma muy leve, está llevando a cabo evaluaciones psicosociales de sus trabajadores. Ni la autonómica ni la local han hecho aún nada, por lo que intentamos que se dinamicen las denuncias», prosigue.Según Rosario de Miguel, la creación del Gabinete «es una apuesta clara por la cultura de la prevención, que va a actuar con total discreción tanto en el ámbito laboral como en el familiar de los afiliados que necesiten nuestra ayuda».
Trinidad Pastor Pastor
